La firma global de consultoría estratégica y de gestión McKinsey & Company ingresó a Ecuador y Uruguay, llegando a 10 países de Centro y Sudamérica.
En Ecuador, la nueva oficina de McKinsey se basará en el trabajo de la empresa en el sector financiero del país y busca diversificar su base de clientes en una variedad de industrias, que incluyen agricultura, comercio minorista, bienes de consumo y manufactura.
La oficina de Quito estará a cargo de Rafael Espinosa, ecuatoriano en la empresa desde hace siete años, y el colombiano Carlos Buitrago, quien lleva once años en McKinsey. Ambos son socios.
«Como ecuatoriano, siempre es un sueño volver a tu país de origen», dijo Espinosa. “Ecuador tiene un enorme potencial”.
«La entrada de Ecuador es una progresión natural para nuestra estrategia regional en América Latina”, dijo Buitrago, quien recientemente pasó por la construcción de la oficina de McKinsey en Medellín, Colombia. «Hemos estado creciendo durante los últimos 20 años en diferentes geografías, desde Colombia, Perú y Chile, Panamá siguió con una historia asombrosa. En América Central, luego República Dominicana. Ecuador es el siguiente paso en ese viaje de expandir nuestra presencia».
Por su parte, McKinsey & Company -una de las consultoras más prestigiosas del mundo- también ingresó al mercado uruguayo al inaugurar una nueva oficina en la ciudad portuaria de Montevideo.
Uruguay es el segundo país más pequeño de América del Sur, ubicado entre los dos países más grandes, Argentina y Brasil. “Pero Uruguay ha logrado un crecimiento notable durante la última década y se está recuperando rápidamente de la pandemia”, dijo Alberto Fernández, cosocio que codirigirá el sitio con el socio senior Xavier Costantini.
Para Fernández, la mudanza marca un regreso a casa: «Nací y crecí en Uruguay, este es un momento muy prometedor y es genial estar de regreso». Ha estado con McKinsey durante unos ocho años. Mientras tanto, Costantini es un veterano de la empresa (22 años) y también es el líder de las prácticas de sostenibilidad de la empresa en América Latina.
La oficina de Montevideo, que también atenderá a clientes en Paraguay y Bolivia, apunta a expandirse a 60 personas. El equipo se centrará en temas como consultoría de gestión, energía sostenible (el 98% de la generación de energía de Uruguay es renovable), ciencia digital, ciencia de datos y servicio al cliente en todos los sectores.
A principios de este año, McKinsey & Company adquirió LOBO, una empresa de operaciones de marketing digital con sede en Argentina.
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