Publicación invitada de Paulina Assmann,
CEO de SeQure Quantum y experto del Comité Asesor de Tecnologías Cuánticas de Chile.
A medida que descubrimos nuevas formas de consumir información, el avance de las tecnologías digitales se ha convertido en un paradigma cada vez más necesario e innegable. Solo en 2020, los internautas generaron 64,2 zettabytes de datos, más que el número de estrellas que se pueden descubrir en el universo. Se trata de una cifra que los expertos esperan que siga aumentando, hasta alcanzar los 147 zettabytes a finales de 2024.
Los avances en inteligencia artificial son solo un ejemplo de cómo la tecnología plantea desafíos importantes a la capacidad regulatoria de muchos países para establecer límites a su impacto en el mercado laboral, la sociedad y los individuos. Esto pone de relieve la importancia de encontrar soluciones rápidas y eficaces para proteger todos estos datos, que se multiplican
cada momento.
La computación cuántica se está posicionando cada vez más como una tecnología que no sólo promete revolucionar industrias como la medicina, la ciencia de materiales y la inteligencia artificial, sino que también se encuentra en un momento crucial de su desarrollo para avanzar en el campo de la ciberseguridad. De hecho, países como Estados Unidos, China e Inglaterra han anunciado importantes inversiones en los últimos tres meses.
La carrera por desarrollar tecnologías cuánticas, lejos de ser una competencia para ver quién llega primero, es una excelente noticia que nos permite prepararnos mejor para el Q-Day. Chile no puede quedarse atrás.
Nuestro país tiene una base sólida en ciencia y tecnología, un ecosistema académico unificado y en constante crecimiento, y un gobierno que ha demostrado su compromiso con la innovación luego de establecer organismos como el Comité Asesor en Tecnologías Cuánticas que anuncié hace menos de un mes. que la conferencia, en la que participan los Ministerios de Ciencia y del Interior, ayudará a trazar la hoja de ruta para avanzar en esta tecnología y desarrollar estrategias claras y sistemas precisos para aprovechar las oportunidades y desafíos que ofrece en el campo de la ciberseguridad.
Este tipo de situaciones son esenciales para desarrollar una estrategia nacional que establezca objetivos claros, coordine esfuerzos entre diferentes sectores y mejore la cooperación entre los sectores público y privado. Esto conducirá inevitablemente a un gran incentivo para la inversión futura en investigación y desarrollo, y la diversificación productiva mediante la atracción de talento local e internacional, así como el desarrollo de programas educativos que preparen a las nuevas generaciones para esta nueva era tecnológica.
La computación cuántica no es sólo una oportunidad para el desarrollo tecnológico y económico, sino también un espacio para ser parte de los cambios que revolucionarán las formas en que vivimos y hacemos las cosas en el futuro. Chile no sólo tiene el potencial, sino también la masa crítica necesaria para convertirse en un estándar global en este sentido. ¿Seremos héroes o espectadores? Queremos ser campeones.
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