Más de 600 personas también han sido desplazadas, según un comunicado difundido por la Defensa Civil del Estado, que anteriormente dijo que al menos siete niños estaban entre los muertos.
Las autoridades cuentan con un grupo de trabajo de bomberos, policías militares y personal civil para apoyar a los alcaldes de las ciudades afectadas, dijo el domingo el gobernador de São Paulo, João Doria.
Las imágenes del municipio de Franco da Rocha mostraban partes de las principales carreteras sumergidas, mientras que otras mostraban a los rescatistas cavando entre los escombros en busca de sobrevivientes y pertenencias valiosas después de que un deslizamiento de tierra destruyera viviendas.
Se asignarán unos 15 millones de reales (unos 2,8 millones de dólares) a los 10 municipios más afectados, según un comunicado de la oficina de Doria.
“(Los fondos) podrán ser destinados a la reparación de problemas urbanos crónicos en los municipios que generan inconvenientes como puntos de inundación y derrumbes”, dice el comunicado.
Se espera que la intensidad y la frecuencia de las lluvias extremas y las inundaciones aumenten en esta área a medida que la Tierra se caliente.
El noreste de Brasil también ha estado luchando contra fuertes lluvias desde diciembre.
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