Pero después de un fallido intento de golpe en septiembre atribuido a las fuerzas leales a Bashir, los líderes militares exigieron reformas al FFC y el reemplazo del gobierno.
Sin embargo, los líderes civiles los acusaron de intentar tomar el poder.
Una facción aliada de las Fuerzas por la Libertad y el Cambio, incluidos los grupos armados que se rebelaron contra Bashir, convocó las protestas del sábado y celebró un breve evento en una sala de conferencias cercana.
Los manifestantes corearon, «Abajo el gobierno del hambre», y exigieron al general de división Abdel Fattah Al-Burhan, comandante de las fuerzas armadas y del consejo conjunto de soberanía civil y militar en Sudán, que iniciara un golpe y derrocara al gobierno.
A diferencia de manifestaciones anteriores, los manifestantes lograron llegar a las puertas del palacio presidencial generalmente fortificado. Hubo poca presencia policial en la protesta.
Los manifestantes, que fueron vistos llegando al centro de Jartum en decenas de autobuses, se enfrentaron a manifestantes pro-civiles.
El gobernador del estado de Jartum, Ayman Khaled, dijo en un comunicado que, anteriormente, miembros de un grupo armado no identificado eliminaron las barreras de seguridad alrededor de los edificios gubernamentales e impidieron que la policía y las fuerzas de seguridad se prepararan para la marcha.
En un discurso el viernes, el primer ministro civil, Abdalla Hamdok, presentó una hoja de ruta para salir de la crisis y advirtió que si no se encuentra una solución, el futuro del país «se perderá». Lee mas
Los analistas dicen que las raíces de la crisis son disputas sobre cuestiones de justicia, reestructuración militar y el desmantelamiento del aparato financiero del régimen de Bashir.
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