Ulán Bator (Mongolia), 1 de septiembre (Reuters) – El Papa Francisco llegó el viernes a Mongolia para recibir a su pequeña delegación católica, después de enviar anteriormente una bendición de “unidad y paz” desde su avión a China, con la que el Vaticano tiene relaciones difíciles.
El Papa, de 86 años, cuya salud se ha vuelto más frágil en los últimos años, llegó al aeropuerto de Ulán Bator en un avión fletado por ITA con su numeroso séquito y periodistas que lo acompañaban.
Francisco, sentado en una silla de ruedas, fue empujado frente a filas de guardias mongoles vestidos con uniformes estampados azules y rojos y portando rifles después de abandonar el avión. Luego intercambió algunos apretones de manos antes de subir al auto y ser llevado.
Su primer evento en Mongolia, un país predominantemente budista con sólo 1.450 católicos, será el sábado, cuando se dirigirá a los líderes gubernamentales y al cuerpo diplomático.
Visitar lugares donde los católicos son una minoría es parte de la política de Francisco de llamar la atención sobre las personas y los problemas en lo que llamó las periferias de la sociedad y del mundo. No visitó la mayoría de las capitales de Europa occidental.
Como es costumbre, Francisco extendió sus saludos a todos los países que sobrevoló de camino a Mongolia, incluida China, con la que el Vaticano ha tenido relaciones difíciles.
El Papa dijo en un telegrama dirigido al presidente chino Xi Jinping: “Envío mis saludos y buenos deseos a Su Excelencia y al pueblo de China”.
“Les aseguro mis oraciones por el bienestar de la nación, y oro por todos ustedes con bendiciones divinas de unidad y paz”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores chino no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Las relaciones entre los dirigentes oficialmente ateos del Partido Comunista Chino y el Vaticano han sido tensas durante décadas.
La Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas plenas con Taiwán, mientras que los católicos en China han estado divididos durante mucho tiempo entre una iglesia oficial respaldada por el Estado y un grupo secreto leal al Papa.
Mongolia fue parte de China hasta 1921 y tiene relaciones políticas y económicas con Beijing.
Reportado por Philip Pullella. Escrito por John Geddy. Editado por Christian Schmollinger y Robert Birsel.
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